- Introducción
- La tercera hora: un
maestro de la vida - La cuarta hora: un
forma de vida - La quinta hora: no
temer la ignorancia
Introducción
Una continuación de la ruta del caminante, que
contempla la tercera, cuarta y quinta horas, dentro del proceso
de evolución del caminante.
La tercera hora:
un maestro de la vida
EL CAMINANTE
Abuelo, todos me dicen que tengo que cambiar y debo
cambiar. Eso ya lo sé, pero lo que no puedo saber es
cómo hacerlo. Lo veo tan difícil.
Entonces el abuelo terminó el relato de su vida y
dijo a su nieto:
Hijo, te voy a contar otra historia que puede darte
una respuesta. Se trata del proceso de transformación
del Caminante y del cambio que experimenta en su aventura de
descubrimientos.
Se podría decir mucho acerca del Caminante. Se
podría señalar qué debe seguir y qué
obstáculos debe evitar, indicar las características
que debe poseer, qué debe hacer, cómo hacerlo y
para qué hacerlo. En una palabra se podría mostrar
el Camino del Cambio, sabiendo que éste no está
terminado y no puede terminarse, pues el Caminante si deja el
camino, ya no es caminante. Si en verdad lo hiciéramos, le
estaríamos negando la posibilidad de que él fuera
el Caminante y tenga que ir descubriendo por y para sí
mismo el camino. De ahí que, no agregaremos nada
más que pueda entorpecer su camino y solo diremos que
aunque lo creas o no, lo quieras o no, tu eres el Caminante y
como se dice, "se hace camino al andar".
Bueno hijo, pero la historia es la
siguiente:
(I) De cómo el Caminante relata las
etapas de su vida.
La primera etapa de mi vida fue como la de todos los
niños, aprendiendo cosas sencillas, como andar, hablar,
manipular objetos, prestar atención sin ninguna
responsabilidad en mis relaciones con los
demás.
La siguiente etapa me significó un incremento en
la responsabilidad y sacrificio personal, dado que comencé
a ampliar mis relaciones con los demás, compartiendo mis
sentimientos, emociones y aptitudes físicas con
ellos.
En la tercera etapa tuve la oportunidad de volverme
más autónomo y desarrollar mi voluntad e
inteligencia para resolver por mí mismo los problemas que
se me presentaban.
La cuarta etapa de mi vida me hizo más humano, al
orientar mi percepción del mundo hacia el interior,
trascendiendo con ello toda separación o frontera con lo
externo estando a las puertas de la percepción de la
unidad sujeto-objeto en el acto de la
contemplación.
La última etapa (la quinta), la experimento como
trascendencia del ego y la unidad sujeto-objeto ya forma parte de
mi vida, sintiéndome identificado con la totalidad del
sí mismo humano-divino.
(II) De cómo el Caminante relata las
aptitudes psicológicas que debe mantener durante todo
el proceso de transformación.
Para que la verdad me sea revelada, debo vivir en la
verdad y librarme de la ignorancia que nubla la propia verdad.
Debo intentarlo con tesón, firmeza y paciencia, pues
sé que no es fácil encontrar la verdad sino que
requiere de un poco de esperanza en lograr esa meta.
Todo esto debo hacerlo con inteligencia y pensar por
mí mismo durante la investigación y análisis
de la búsqueda del Camino.
Debo adquirir un sentimiento de desapego por mis
posesiones pues comprendo que son transitorios y por tanto no me
dan seguridad alguna.
Llevar a cabo esto requiere de disciplina en mi
concentración voluntaria ya que existe la tendencia
natural a desviar la atención hacia otros fines. De
ahí que, para acrecentar la voluntad de atención,
recurro a la meditación y esto permite a su vez la quietud
y serenidad para enfrentarme a cualquier sufrimiento o
situación inesperada. Entonces, ir mediante la
meditación hacia nuestro interior despierta las
capacidades creativas propias del genio que vive sumido en el
ensueño creador en su constante abstracción del
mundo material.
Todas estas aptitudes psicológicas deben
enmarcarse con un sentido de desprendimiento de la personalidad o
abandono del ego, a fin de permitir percibir la realidad sin
preconcepciones ni predilecciones favorables a nuestros juicios,
emanados de nuestra experiencia anterior, dificultando con ello
el ingreso de nuevas ideas y conceptos que permitan un cambio de
paradigma de la realidad. Hay que recordar que siempre andamos en
la búsqueda de confirmar y corroborar nuestras creencias y
pensamientos, de tal modo que si algo no calza con nuestro
modelo, se descarta como inútil al conocimiento, lo que de
por sí, dificulta aprehender la verdad.
(III) De cómo el Caminante relata acerca
de las características de la experiencia de
trascendencia.
Normalmente quien no camina, no vive preocupado de la
existencia. Su vida transcurre como la de la mayoría, en
total separación con la naturaleza. En cambio para el
Caminante, la vida la experimenta como un problema que debe
resolverse en el transcurso de su propia vida.
Para el Caminante, además de los placeres y
alegrías del mundo cotidiano, existen y predominan de
preferencia los valores espirituales sobre todos los demás
valores. Esto es así, pues el Caminante ante todo busca su
transformación interior antes que ser utilizado por los
medios externos para otros fines distintos de la persona misma.
Todo lo que hace el Caminante está orientado hacia este
objetivo y su vida es un fin en sí mismo. También,
como tampoco se usa a sí mismo para otros fines distintos
a su persona, actúa con un desprendimiento de sus
apetitos, de sus deseos egoístas. Al hacerse vacío
de su ego, se abre al mundo y recibe la verdad de este.
Aquí llegamos a la experiencia de trascendencia del
Caminante en el sentido de trascender el yo, del egoísmo,
del aislamiento que permite una apertura de amor a la
vida.
(IV) De cómo el Caminante relata las
etapas de transformación.
Para comenzar a transformarme, debo experimentar un
cambio que altere mi percepción del mundo, a tal punto que
me motive a seguir más allá de ello y explorar en
esta búsqueda , de todos los medios e instrumentos que me
permitan formarme una idea de lo que debo encontrar. Entonces,
después de mucho buscar, el caminante se da cuenta que
todos los medios se integran en un solo método y este
consiste en que se busca y encuentra en el interior de uno mismo
y se refleja en nuestra forma de ser y vivir.
Por último, el caminante ya no desea caminar solo
e intenta entregar a los demás la forma y el modo de
caminar hacia el encuentro de sí mismo.
(V) De cómo el Caminante relata las
actitudes del proceso creativo.
Para poder estar totalmente presente aquí ahora,
renuncio a mi pasado y al futuro a objeto de no tener aprensiones
ni angustias por lo que puede o no suceder
jamás.
Presentaré una actitud de inocencia, libre de
dogmas, hábitos y predisposiciones, a fin de recibir la
luz de la creación.
Estaré libre de temores y esperanzas para ser
más auténtico, liberándome de los
demás, renunciando al afán de impresionar y ser
aprobado, sino más bien ser yo mismo y aceptarme tal como
soy.
Mi actitud está orientada a suprimir la
crítica, al ánimo de corregir, evaluar, juzgar y
analizar, con el objeto de formar una actitud de unidad e
integfración personal.
(VI) De cómo el Caminante experimenta el
proceso de transformación.
Durante la búsqueda del camino, el caminante
experimenta un proceso de transformación de su conciencia
que termina cuando se encuentra consigo mismo.
En primer lugar, comienza a percatarse que existen
diversos caminos (conciencia del camino) con los cuales tiende a
identificarse a sí mismo. El camino de
transformación persigue un cambio psicológico del
caminante que va desde un estado de identificación del
camino hasta uno de desidentificación del
mismo.
El segundo nivel de identificación (referencia
del cambio) intenta integrar los diversos caminos vistos
anteriormente como elementos aislados, en un campo más
amplio que sirva de referencia del comportamiento del
caminante.
Enseguida, liberado de estructuras, esquemas y formas de
comportamiento, el caminante empieza a actuar de forma creativa,
de comunicación y unión que lo llevan a un
conocimiento más amplio de sí mismo y de los
demás.
En cuarto lugar, identificándose el caminante
como participante en el proceso de transformación,
adquiere conciencia de las profundas implicancias que tiene la
forma de vida que lleve y de sus relaciones con los demás,
llegando a comprender que para que se desarrolle como persona, el
cambio debe producirse en su interior.
Por último, en la desidentificación del
camino, se encuentra en la fase de conciencia de
iluminación, de unidad, en donde ya no existen fronteras
ni separaciones. El Caminante ya no se siente solo, sino que es
"uno con todo" lo que existe. Comprende la verdad de que solo el
amor hacia sí mismo y hacia toda la creación es el
camino de la felicidad.
Hijo, antes de continuar esta historia del
caminante, te diré lo que alguien dijo respecto del
camino:
"Existen muchos caminos hacia la iluminación.
Algunos de los que se han expandido hasta la iluminación,
han predicado después la certidumbre dogmática de
un camino determinado. Pero a la iluminación no le importa
la forma como llegues allí".
(VII) De cómo el Caminante recurre a los
sabios del camino.
Debiera hacer una síntesis de lo que significa
recorrer el camino, pero creo que quienes mejor reflejan a mi
juicio este proceso son los puntos de vista de los sabios del
camino que nos dicen:
"El hombre se identifica con todo: con lo que dice, con
lo que siente, con lo que cree, con lo que desea, con lo que no
desea, con lo que lo atrae, con lo que no lo atrae. Todo lo
absorbe, y no puede desprenderse de la idea, el sentimiento o el
objeto que lo absorbió. Esto significa que, en el estado
de identificación, el hombre es incapaz de observar de
manera imparcial el objeto de su identificación. Es
difícil hallar algo, por pequeño que sea, con lo
cual el hombre no pueda "identificarse". Al mismo tiempo, en un
estado de identificación, el hombre tiene aún menos
control que nunca sobre sus reacciones mecánicas.
Manifestaciones, tales como la mentira, la imaginación, la
expresión de emociones negativas y la charla constante,
necesitan identificación. No pueden existir sin
identificación. Si el hombre pudiera liberarse de la
identificación, podría liberarse de muchas
manifestaciones inútiles y descabelladas".
(Psicología de la posible evolución del hombre.
P.D. Ouspensky).
"Una de las formas de condicionamiento que las
disciplinas orientales han estudiado en detalle es el apego. El
apego no se limita a los objetos o personas externos.
Además de las formas familiares de apego a las posesiones
materiales, a determinadas relaciones y al status quo dominante,
puede haber apegos igualmente intensos a una determinada imagen
de sí mismo, a un modelo de comportamiento o a un proceso
psicológico. La identificación de la conciencia con
el contenido mental hace que el individuo no llegue a percatarse
del contexto más amplio de la conciencia que abarca este
contenido. Si la conciencia se identifica con el contenido
mental, este contenido se convierte en el contexto a partir del
cual se contempla cualquier otro contenido y experiencia mental.
Así, el contenido convertido en contexto interpreta ahora
otro contenido y determina el significado, la percepción,
la creencia, la motivación y el comportamiento, todo de
manera que sea congruente con ese contexto y lo refuerce.
Además el contexto moviliza procesos psicológicos
que a su vez lo refuerzan. La tarea del despertar puede
considerarse, pues, desde cierta perspectiva, como una
desidentificación progresiva respecto del contenido
mentalón progresiva respecto del contenido mental en
general y de los pensamientos en particular. Finalmente, la
percatación ya no se identifica exclusivamente con nada.
Esto representa un cambio de conciencia radical y duradero
conocido con diversos nombres, como iluminación o
liberación. Como ya no existe ninguna
identificación exclusiva con nada, queda trascendida la
dicotomía yo/no yo, y la persona se autovivencia a la vez
como nada y todo. Es a la vez pura percatación (nada) y el
universo entero (todo). Al estar identificada al mismo tiempo con
ningún sitio y con todos los sitios, en ninguna parte y en
todas partes, su vivencia es la de haber trascendido el espacio y
la ubicación". (Más allá del ego. Editada
por Roger Walsh, Frances Vaughan).
"Con la liberación de las necesidades del ego se
observa algo como una apertura de corazón. El amor parece
menos condicionado. El hombre transformado principia a sentir un
amor espontáneo por todas las creaturas y todas las cosas.
Un amor como éste es un tema recurrente en muchas
religiones; sobre todo, es un aspecto principal de la
tradición cristiana. Es éste un amor mucho
más profundo y abarcador que la mera amigabilidad, buena
disposición o amistad. Un amor genuino hacia el resto de
la creación proviene de la experiencia personal de unidad
con la creación. Se adquiere así conciencia del
hecho de que en el plano más profundo, el Yo y el Mundo
somos uno. Como resultado de esta experiencia se produce
espontáneamente una profunda afinidad con cada ser humano
y con cada cosa". (Psicopedagogía del desarrollo. Vladimir
Serrano Pérez).
"Cuando uno empieza a desidentificarse del ego y a
identificarse en cambio con el sí mismo transpersonal o
con el observador desapegado de sus propios procesos
psicológicos, se pone en movimiento el proceso de
liberación interior. Cuando se reconoce que el sí
mismo transpersonal es el contexto de toda experiencia o
vivencia, se puede establecer una distinción entre la
conciencia y los objetos o contenidos de la conciencia.
Así, los pensamientos y emociones cambiantes pueden ser
observados como contenidos de la conciencia y toda experiencia o
vivencia puede ser considerada como el contenido de la
percatación transpersonal, pura e inalterable. Cuando esto
sucede se alcanza la etapa de la autotrascendencia, en la cual
todo melodrama personal pierde importancia. En este punto uno ya
no se sigue vivenciando como totalmente aislado, sino como parte
de algo más amplio, inherentemente conectado y relacionado
con todo. Paradójicamente, la vivencia de
desidentificación y la apertura hacia lo transpersonal
tiende también a ir acompañadas por un sentimiento
de libertad personal y por una renovada sensación de estar
dirigido desde dentro y de ser responsable". (Más
allá del ego. Editada por Roger Walsh, Frances
Vaughan).
"En definitiva, el "yo" es, pues, una ilusión. Es
una red concéntrica tejida de deseos, temores, ansiedades
y obsesiones. Es un centro imaginario al que acoplamos y
atribuimos, agregamos y referimos todas las vivencias, sean
sensaciones o impresiones, recuerdos o proyectos. La tranquilidad
mental es un estado en que el hombre deja de referirse y
agarrarse a esa imagen ilusoria. La liberación consiste en
vaciarse de sí mismo, en extinguir la llama, en despertar
y tomar conciencia de que estabas abrazado a una sombra cuando te
aferrabas tan apasionadamente al "yo". Sí, es necesario
despertar a ese engaño: el de suponer que era real lo que
de verdad era irreal. La tarea de la liberación consiste,
pues, en ejercitarse intensamente en la práctica del
vacío mental, para convencerse experimentalmente de que el
supuesto "yo" no existe. Así como el origen de todo dolor,
insistimos, está en el error de considerar la imagen del
"yo" como entidad real, la liberación del sufrimiento
consiste en salir de ese error. Y desde ese momento, así
como, caído del árbol, caen las ramas; así
como, consumido el aceite, se extingue la lámpara, de la
misma manera, yugulado el "yo", se quedan cercenados los
sentimientos que estaban adheridos al centro imaginario. Con
otras palabras: extinguido el "yo", se apagan también
aquellas emociones que eran, al mismo tiempo, "madres" e "hijas"
del "yo": temores, deseos, ansiedades, obsesiones, prevenciones,
angustias… Y, apagadas las llamas, nace en el interior un
profundo descanso, una gran serenidad. Muere el "yo" con sus
adherencias, y nace la libertad. Quien se ha vaciado de sí
mismo es un sabio". (Del sufrimiento a la paz. Ignacio
Larrañaga).
(VIII) De cómo el Caminante relata el
origen de su genio.
El Caminante busca la solución de un problema
dado. Esto afecta su vida pues se angustia y preocupa,
esforzándose en pensar y repensar en su problema hasta que
emerja la solución, problema que le absorbe totalmente al
punto de olvidarse de sí mismo y de su entorno; se olvida
de comer y de sus necesidades primarias, buscando el aislamiento
necesario para el acceso al acto creativo. Para descubrir la
verdad, la absorción debe ser total, como un estado
meditativo que aparenta un hedonismo, pero la realidad es que se
trasciende el "yo", olvidándose de sí mismo y
fundiéndose en su problema. Una vez encontrada la
solución después de tiempo de esfuerzo, vuelve al
estado de la presencia egoica, olvidando el estado anterior de
abandono de sí mismo. De ahí que, para acceder al
acto creador baste y sobre con levantar el muro del ego hacia una
actitud y sentido de trascendencia.
(IX) De cómo el Caminante cuenta del
significado de la trascendencia.
El Caminante debe olvidarse de la sensación de
ser observado en su comportamiento.
El Caminante es un miembro de la especie humana, por lo
cual trasciende y es independiente de toda cultura,
moviéndose hacia lo universal.
El caminante trasciende su ego y sus necesidades
elementales para el cumplimiento del deber.
El caminante forma parte del todo, trasciende la
polaridad de yo-ellos, ganar-perder. Actúa
sinérgicamente.
El Caminante trasciende las necesidades básicas
vía satisfaciéndolas o renunciando a
ellas.
El Caminante se identifica con toda la especie
humana.
El Caminante es autónomo y decide por sí
mismo, no es manipulado ni seducido. Trasciende los
roles.
El Caminante trasciende las dicotomías e integra
lo que está separado. Tiene una percepción
holística del universo como unidad.
El Caminante vive en el modo de Ser, en paz y
tranquilidad del mundo cotidiano.
(X) De cómo el Caminante evoluciona
hacia la unidad suprema del Ser.
El Caminante comenzó el camino efectuando una
fragmentación de la conciencia al dividirla en estados del
Ser; continuó el camino con diversas formas de
educación; participó de un modo creativo desechando
los esquemas rígidos y estructurados; por último el
Caminante se percata que el desarrollo personal requiere de un
camino de cambios con etapas del proceso de
transformación. Pareciera que la búsqueda de
sí mismo requiere experimentar una fragmentación de
la conciencia. Sin embargo, la conciencia de unidad, es la
conciencia de la totalidad del Ser o conciencia universal en
donde no existe separación alguna, ya sea de estados de
conciencia, de formas de educación, de medios de
actuación grupal y de los procesos de cambio; no existe
división espacio-temporal; el Ser en conciencia de unidad
trasciende todo lugar y todo tiempo, toda persona y toda cosa,
por lo tanto, no se siente identificado y separado en diversos
egos. De ahí que tampoco buscan reconocimientos, ya que al
aceptarlos implicaría de por sí una
separación de egos. De todo esto puede concluirse, que
para alcanzar la plena expresión de sí mismo, debe
buscarse la desidentificación del ego, es decir,
experimentar la vida no como un fragmento de la conciencia, ni
satisfacer las necesidades del ego, externas e internas al
individuo, sino que por sobre todo deberá percatarse de
que él forma parte de la totalidad de la conciencia. Por
lo tanto, intentar desidentificarse del ego en todas sus formas y
características, es una condición para acceder a
una experiencia de iluminación, creación y
trascendencia.
La cuarta hora:
un forma de vida
PROYECTO CAMBIO 2000
Entonces el abuelo le dice a su nieto:
Ahora la historia del futuro comencémosla
proyectándonos imaginariamente hacia el año
2000…
Ya el cansancio que había experimentado durante
todo el tiempo que duró el proceso de
transformación de sus amigos, se fue disipando hasta
sentirse totalmente en paz y tranquilidad.
Changer, había logrado percibir en ellos cuatro,
la finalidad que los mantuvo juntos y que parecía
imposible de alcanzar: el encuentro del hombre consigo
mismo.
Recordó el rol que le cupo cuando tuvo en sus
manos aquel programa de Sociedad, "Proyecto Cambio 2000" en un
momento que era prohibida su aplicación por aquella enorme
y poderosa red de "educadores de masas" que disponían de
todos los medios de difusión de información del
planeta. Changer, comprendió lo "peligroso" que era ese
proyecto para el sistema de Sociedad imperante, pues para poder
aplicarse se debía primero traspasar una serie de vallas
aceptadas por la sociedad.
Para enfrentarse a los obstáculos al desarrollo
del Ser, Changer empleaba todos sus recursos y poderes.
Así, para poder evitar las situaciones burocráticas
de la Sociedad, Changer programaba mentalmente sus actividades,
de tal modo que se dieran relaciones sinérgicas y de
sincronicidad-serendipidad, que facilitaban y agilizaban el
proceso de atención personal, como situaciones presentadas
bajo coincidencias significativas. De este modo, este factor de
entropía tenía poca incidencia en el comportamiento
de Changer. Él actuaba con tal seguridad de que no se le
dificultaría el camino, que a menudo, sin siquiera
programar una actividad, las condiciones se le presentaban
favorables a sus necesidades, de tal modo que se
convertían en necesidades sinérgicas con las
necesidades de las demás personas.
Trascender las tradiciones de la Sociedad, no era mayor
problema para Changer, pues éste actuaba de forma
plenamente autónoma, sin perturbar ni participar de ellas,
dado que su actitud estaba orientada hacia el crecimiento
personal más que a mostrar una falsa imagen hacia lo
novedoso antes que la rutina de los hábitos, hacia la
libertad antes que al control, hacia la cooperación en vez
de la competición, hacia lo ecológico más
que la explotación, hacia la integración más
que a lo dicotómico, hacia lo holístico en vez de
la fragmentación, hacia la descentralización en vez
de la centralización, hacia lo cualitativo antes que lo
cuantitativo, hacia la disolución del poder frente a la
jerarquía, hacia la experiencia vivencial antes que el
conocimiento intelectual, hacia la diversidad frente a la
uniformidad, hacia lo concreto en vez de lo abstracto, hacia el
cambio en vez de lo estático.
La tercera valla que plantea que con solo el
razonamiento intelectual puede resolver los problemas ha
caído en desuso por su propio peso con el avance de la
ciencia, que ha aplicado de preferencia el razonamiento
cognoscitivo, se reconoce ahora que esta facultad del ser humano
no permite por sí sola reconocer toda la verdad del
conocimiento, sino que el usar esta facultad limita en parte la
percepción de la realidad, pues existen otras formas
intuitivas y holísticas que permiten comprender y
aprehender la realidad o una aproximación a ella, lo que
no se podría obtener solo con el razonamiento intelectual.
De ahí que, para Changer este problema no presenta grandes
obstáculos para su propio desarrollo, pues él
emplea la diversidad de percepciones: intuitiva, racional,
estética, corporal, sensorial, holística para la
aprehensión del mundo de la realidad.
Cierto obstáculo al desarrollo del Ser,
serían los mecanismos de control del comportamiento del
individuo aplicados en la Sociedad actual. Para terminar con esta
valla, Changer no requiere hacer nada, pues los propios
mecanismos de control, en algún momento se darán
cuenta de la inutilidad y alienación de esta
"sumisión", cuando lleguen a comprender la naturaleza
humana y ver la pobreza de esa actitud de control y, que en
última instancia, ellos mismos (los que controlan) son los
creadores del proceso de control. Entonces, ya no se
requerirá de control al ser responsables de sí
mismos y experimentar un cambio de paradigma en la
educación del Ser. En principio creerán que es una
utopía la falta de control, pero cuando perciban la
realidad del Ser, comprenderán la falacia de tal
afirmación.
Otro obstáculo es el temor al cambio. En
principio casi todos tememos al cambio y nadie lo desea. Para
Changer, esta valla no tiene mayor fuerza pues su forma de vida
es un constante proceso de cambios; ha superado el temor al
cambio, más aún busca el cambio; comprende que el
cambio cumple una finalidad que si bien en un momento pueda
desconocerse, después se aclarará su razón
de ser; se da cuenta que la única verdad o constante
absoluta es el cambio y que siempre habrá cambios como una
danza que permite percibir la figura del fondo. Nos damos cuenta
de que si no existiera el cambio, seríamos ciegos para
percibir la realidad, pues todo sería la misma cosa
uniforme y donde no se daría la diversidad que permite la
distinción y el cambio de percepción de la
creatividad.
Un obstáculo más para el cambio Changer lo
define como que "todos creen tener la razón", despreciando
la opinión de los demás. Aquí se encuentran
los creyentes y especialistas que se oponen a todo cambio que
signifique sacarlos de su modelo cerrado de pensamiento y
acción. Lo que ellos dicen "debe ser la verdad",
así lo creen y lo divulgan en imágenes o
explícitamente. Para Changer estos individuos los observa
con tristeza, pues comprende que están cegados por un
marco de referencia cerrado que nubla sus pensamientos y no les
permite percibir más allá de su campo de
acción y por tanto no es posible que puedan aprehender la
realidad o una aproximación cercana a ella. Los
especialistas, se dice conocen mucho de algo, pero Changer cree
que más bien conocen algo de mucho, pues su esquema mental
de fragmentación del conocimiento no les permite percibir
la realidad en forma intuitiva-holística. Además,
por esta visión parcial que desarrollan habitualmente se
les dificulta, por no decir se les atrofia la creatividad en el
sentido de desarrollar y descubrir cosas nuevas y relacionar
elementos que escapan a una visión parcializada. De
ahí que también las conferencias que proclaman la
participación de "especialistas en la materia" no pueden
ni podrán ser jamás un avance verdadero del
conocimiento, sino más bien será una
presentación quizá profunda de un tema particular
del conocimiento disgregado. En cambio, es cosa de ver la
historia de grandes inventos y descubrimientos en que los
inventores y descubridores destacaron en otros campos, distintos
a su especialidad. Otro problema que se percibe es que en las
conferencias, libros y artículos del avance de la ciencia
y de sus proyecciones se da énfasis solo a los elementos
tecnológicos, no considerando los aspectos fundamentales
del cambio humano, de su comportamiento futuro y de sus
relaciones con los demás, y esto sucede así porque
erróneamente se supone que las relaciones humanas se
mantendrán similares a como se dan actualmente o se
desconoce cómo se presentarán, por lo que se
prefiere ignorarlas.
Entonces, también las formas de relacionarse los
seres humanos deben experimentar cambios desde una sociedad
receptiva, explotadora, acumulativa y mercantil hacia una
sociedad productiva.
Changer se encuentra con cuatro personas que conoce muy
bien y que aparentemente son distintos en sus pensamientos y
actitudes, pero que en general todos ellos están inmersos
en un modelo de vida "improductivo", que modela su
carácter. Changer les hace ver cómo son para que
tomen conciencia que su transformación pasa por un
desprendimiento de esas actitudes.
Changer se dirige a Rec:
Todo te viene de fuera y lo obtienes de
fuera.Como recibes amor sin darlo, te alteras al desprecio
de tu amor.Escuchas y prefieres recibir ideas antes que
producirlas. Te afecta el abandono de los demás hacia
ti.Buscas encontrar quien te entregue
información en vez de generarla.Agradeces y eres leal y temeroso de perder una
fuente de satisfacción de necesidades.Aumentas tu dependencia por no criticar lo que
reconoces incorrecto.Obtienes ayuda de todos además de las
autoridades.Solo te sientes abandonado por la impotencia de
hacer algo sin ayuda.No asumes responsabilidad y decisión de
cambiar a alguien sin consultarle al mismo.Superas la ansiedad y depresión con la comida
en exceso, bebida, fumar, etc.Aunque eres optimista y cordial y confías en
la vida, te desespera la amenaza de la fuente que te surte a
tus necesidades.Intentas ayudar a otros, pero lo haces con un
propósito mezquino de obtener algo.
Terminando de retratar a Rec, Changer se volvió a
Xlotar, diciéndole a continuación:
También todo te viene de fuera y lo obtienes
de fuera, pero quitándoselo a otros por la fuerza o
engaño, no intentando producir por ti
mismo.Te atraen quienes quitas o separas del aprecio de
los demás y, por tanto, te enamoras de quienes
están ligados a otros.No produces ideas sino quitándoselas
abiertamente o alterándolas para parecerlas
propias.Siempre te parece superior lo ajeno a lo propio,
subestimando estos y sobrestimando lo que no te
pertenece.Explotas y utilizas todo aquello que te favorece.
Aprecias a quienes puedas explotar y te alejas de quien ya no
te sirve.Haces declaraciones nefastas de otros.
Actúas hostilmente con un impulso
manipulador.Te acompañan la envidia, los celos y el
cinismo.
Después de escuchar a Changer, Sum y Merco
piensan que para ellos no queda nada de malo que decir. La
respuesta de Changer no se hace esperar:
En cuanto a ti Sum:
Tu poca fe en lo externo te hace sentir inseguro, lo
que intentas reemplazar mediante un afán acumulativo y
de ahorro excesivo, con menosprecio a gastar en lo más
mínimo.Te acompaña un sentido de avaricia en el
dinero, objetos, sentimientos y pensamientos.Te apegas al amor sin entregarte en ello, sino te
relacionas con un sentido de posesión.Vives de los recuerdos de amistades lejanas no
orientando tus actitudes nuevas y amistosas hacia el
presente.Sabes de todo y acumulas muchos conocimientos pero
no produces creativamente cosas nuevas.Eres rígido y metódico en todos tus
actos, pensamientos y sentimientos.Tienes una actitud programada, excesiva en el orden
y tiempo, a tal punto que te produce ansiedad, la
alteración de estos factores.Te aíslas del mundo externo aplicando una
permanente operación de limpieza.Respondes negativamente cualquier intento de
intromisión.No crees en la creatividad que puedan tener
otros.Valoras en exceso el orden y la
seguridad.Te amenaza la relación con los demás,
pues afecta tu intimidad y seguridad por lo que mantienes
relaciones, que en un primer momento parecieran profundas, en
un estado que permita distanciarte de ellas.Haces la separación tajante de lo propio con
lo de los demás.
Merco, se adelantó a Changer y le increpó:
¿Cuál es mi actitud?
Entonces Changer acotó: Tú también
eres especial:
Te percibes como una eventual mercancía
dispuesta a ofrecerte al mercado.Te rodeas de caretas y elementos que envuelven tu
imagen personal, ya sea mediante factores de
representación de la personalidad, de tus contactos,
actividades y relaciones sociales y familiares.Tu autoestima depende de condiciones que escapan a
tu control y te valoras solo si obtienes
éxito.Esperas que los demás te levanten la
autoestima, lo que provoca que cualquier percance te altere y
sufras los sentimientos de inferioridad.Tus capacidades no te pertenecen, son
mercancías puestas al servicio de otros y al criterio
de ellos.Dependes de la opinión ajena y, por lo tanto,
actúas siempre como te percibieron ellos en ocasiones
anteriores.Todo lo reduces a la comparación y
medición cuantitativa.No separas los problemas importantes de los
superfluos.El aprender significa para ti obtener un objeto o
paquete (mercancía) de conocimiento a utilizar en el
mercado de la personalidad, dejando de pensar en vez de
memorizar.No entablas relaciones permanentes sino aquellas que
sirven para venderse mejor.Vives interpretando roles en el mercado antes de ser
tu mismo y convertirte en auténtica
persona.
Changer terminó, entonces, de retratar la
personalidad de sus cuatro amigos y les conmina a modificar sus
caracteres y actitudes frente a la vida, recordándoles
cómo era él antes de su propia
transformación:
Establecía fronteras y una fuerte
separación con otras personas, animales y cosas,
adoptando una actitud competitiva y de permanente
calificación.Me mostraba poderoso aunque temía fracasar,
estableciendo un muro con los demás.Era formal en exceso. Raramente empleaba el humor,
seguramente al predominio del uso de la capacidad cerebral
hemisférica izquierda.Realizaba actividades monótonas y
repetitivas, pues tenía temor a lo
desconocido.Percibía los obstáculos como enemigos
a los cuales debiera destruirse para sobrevivir. Tenía
una mentalidad de guerra.Mi actitud era de apropiación de las personas
o cosas para mi propia satisfacción. Tenía una
actitud explotadora, receptiva, acumulativa y
mercantil.Era de la idea de adoptar la uniformidad y
especialización a fin de fragmentar el conocimiento
con una actitud rutinaria.Mantenía un comportamiento de control
rígido y programado con una delimitación del
tiempo y de las tareas sujetas a cantidad.Percibía al hombre como un medio pues
identificaba las relaciones humanas en función de
objetos y sujetos, experimentando un sentimiento personal de
cosa-autómata.Creía en una dirección rígida
con la absorción del poder jerárquico en una
estructura piramidal.Pensaba que la solución de los problemas solo
se podía por medio de la razón y que el
aprendizaje debía ser bajo formas autoritarias
mediante la instrucción, conferencias o clases y de
referencias bibliográficas.Tenía una visión parcial del contenido
reduccionista y de fragmentación del
conocimiento.Buscaba siempre el aprendizaje vía recursos
externos.Incentivaba la competitividad, egoísmo y
lucha de poderes.Obtenía el máximo beneficio con
sentido egoísta y con visión del hombre y la
naturaleza como objetos a manipular. Creía en una
educación por coacción.Percibía al mundo en términos
dicotómicos, de comparación "uno u otro" que
inducía a la exclusión.Todo lo dividía en sus partes componentes
mediante el método analítico con una
visión mecánica instrumental.Encuadraba la realidad en un marco de referencia
cerrado.
Tratar de superar todas estas formas de comportamiento
erróneo significó para Changer encontrar el camino
del cambio que pudiese llevarlo hacia el encuentro consigo
mismo.
La búsqueda de un camino de cambios
significó para él, introducirse en diversas
alternativas que lo llevan a tomar conciencia del proceso de
transformación. Así se aproximó a caminos de
investigadores y místicos de todos los tiempos.
En uno de estos momentos de intensa búsqueda
programó al computador Alfa-Omega-Uno, de modo de obtener
la variabilidad de caminos de iluminación y una
síntesis del modelo de cambio. En una fracción de
segundo, Alfa-Omega-Uno entregó un holograma de
interferencias y bajo una luz láser proyectó una
multifacética imagen de los caminos del Ser.
Changer, después de percibir los diversos caminos
de penetración al Ser, comprendió que no era
necesario efectuar un programa de educación para el cambio
de sociedad, pues ésta misma actúa en ese sentido
de cambio sin que se den intromisiones para ello. Pareciera que
el proceso de cambio de una persona, sociedad o de cualquier
sistema, está inserto en la propia naturaleza del cambio
y, de ahí que, de todas formas, el cambio deviene tarde o
temprano actuando sinérgicamente la sociedad y el
individuo. Entonces, esto se integra al proceso de
evolución y finalidad del cambio y que de hecho le da un
sentido a la vida.
La evolución significa recorrer todo el camino,
experimentar el proceso de cambio durante la
travesía.
La finalidad nos indica en lo que nos convertimos
durante el desarrollo evolutivo del Ser.
Entonces Changer, dirigiéndose a Rec, Xlotar, Sum
y Merco les presenta un desafío de cambio en sus formas de
vida:
Si intentas ser lo que llegarás a ser,
deberás comprender y aprehender las
características del "auténtico ser
humano".A esta altura, ya sabes lo que es, lo que piensa y
lo que hace un Maestro de la Vida. Definir y detallar las
características del Ser y la forma de vida que debe
llevar, puede llevarlos a la comprensión de una
identificación y/o desidentificación con las
propias cualidades y estilo personal de vivir. Sin embargo,
reconociendo la hipótesis de que el hombre "es un
proceso" y que aún no está terminado, sino que
se encuentra en estado de desarrollo evolutivo, voy a
orientaros sobre la forma en que el Ser se perfila en el
próximo futuro. Para ello, voy a mostraros lo que el
hombre del mañana hace, cómo lo
hace y para qué lo hace, y que esto les
permita efectuar los cambios de estructura de
carácter.
Lo que debes hacer, significa que
debes:
Estar dispuesto a renunciar a toda forma de
tener.Tener confianza y seguridad en ti mismo que permita
relacionarte con el mundo sin necesidades de posesiones y
dominios.Compartir e interesarte en los
demás.Estar cabalmente presente.
Dar y compartir con alegría sin acumular y
explotar a nada ni a nadie.Amar la vida en toda su magnitud.
Liberarte de la codicia, el odio y
engaño.Liberarte de los ídolos.
Pensar con sentido crítico.
Desprenderte del egoísmo.
Vivir para el desarrollo de sí mismo y de los
demás.Ser disciplinado respetando la realidad.
Desarrollarte en una estructura sin
exageración en las reglas de orden de ella.Emplear la imaginación para la
proyección de tus realidades.Desterrar el engaño en todas sus formas para
los otros como para uno mismo.
Página siguiente |